miércoles, 8 de diciembre de 2010

Robert Oppenheimer






Julius Robert Oppenheimer (22 de abril de 1904–18 de febrero de 1967) fue un físico estadounidense y el director científico del proyecto Manhattan, el esfuerzo durante la Segunda Guerra Mundial para ser de los primeros en desarrollar la primera arma nuclear en el Laboratorio Nacional de Los Álamos, en Nuevo México, Estados Unidos.
Conocido coloquialmente como "El padre de la bomba atómica" pese a que comparte ese mérito con su principal mentor, Enrico Fermi, Oppenheimer expresó su pesar por el fallecimiento de víctimas inocentes cuando las bombas nucleares fueron lanzadas contra los japoneses en Hiroshima y Nagasaki.
El Proyecto Manhattan era el nombre en clave de un proyecto de investigación llevado a cabo durante la Segunda Guerra Mundial por los Estados Unidos con ayuda parcial del Reino Unido y Canadá. El objetivo final del proyecto era el desarrollo de la primera bomba atómica.

Siempre me pregunte cual era el significado de la canción "Brighter than a thousand suns" the Iron Maiden.

Líneas como: "Out of the darkness, brighter than a thousand suns"
(Fuera de la oscuridad, más brillante que mil soles).

"Whatever would Robert have said to his God
About he made war with the Sun
E equals MC squared, you can't relate
How we made God with our hands
"
(Sea lo que sea que Robert haya dicho a su Dios,
acerca de que hizo guerra con el sol.
E=mc^2, puedes relacionar,
como hacemos a Dios con nustras manos)

Llamaban mi atención.

Pero más tarde leyendo información acerca de Oppenheimer, todo tenía sentido.

Proyecto Trinity
El trabajo colectivo de los científicos tuvo su primer éxito en la primera explosión nuclear cerca del pueblo de Alamogordo, Nuevo México el día 16 de julio de 1945. A la prueba Oppenheimer le nombró Trinity (Trinidad).
Después recordó que mientras presenciaba la explosión, pensó en un verso de un texto hindú, la Bhagavad-Guitá:
"Si el esplendor de un millar de soles brillasen al unísono en el cielo, sería como el esplendor de la creación..."
Sin embargo, otro verso que recordó se le atascó en la mente:
"Ahora me he convertido en La Muerte, Destructora de Mundos."

Según su hermano, al momento exclamó simplemente "It worked.".

El tormento de un hombre que por un momento se sintió Dios, y al otro La muerte.

Una historia interesante.


La letra entera de la canción: Brighter than a thousand suns

La canción para escuchar: Brighter than a thousand suns




jueves, 7 de octubre de 2010

Maradona como metáfora argentina


¿Hay alguna relación entre el futbolista y el peronismo? Sí, cuando se eligen entrenadores, presidentes o sistemas de características populistas, autoritarias y con pocos pies sobre la tierra, el resultado es el fracaso.




Se dice con frecuencia que la solución a los problemas de la África subsahariana es la educación; que los recursos naturales abundan y si solo se pudiera proporcionar un buen nivel educativo a la gente el continente despegaría. No necesariamente. Miren el caso de Argentina. Todos los recursos naturales que quieran, una bajísima densidad de población y, a lo largo de la mayor parte del siglo XX, índices escolares que no han tenido nada que envidiar a Europa occidental. Pero hoy, en un país que hace 100 años era uno de los 10 más ricos del mundo, la tercera parte de los recién nacidos están condenados a crecer en la pobreza, si es que logran crecer. Ocho niños menores de cinco años mueren al día debido a la desnutrición en un país que debería ser, como hace tiempo fue, el granero del mundo. Semejante aberración florece en un contexto político en el que a lo largo de más de medio siglo juntas militares han alternado el poder con Gobiernos populistas, corruptos o incompetentes. El actual Gobierno peronista de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner (como el anterior, de su marido Néstor Kirchner) es más afín al de Hugo Chávez en Venezuela o al de Daniel Ortega en Nicaragua que a los Gobiernos pragmáticos y serios de Brasil, Chile o el vecino Uruguay donde, por cierto, hoy se consume más carne per cápita que en Argentina. ¿Dónde ha quedado la famosa Justicia Social proclamada hasta el cansancio por el peronismo que ha gobernado la mayor parte del período democrático instaurado en 1983? ¿Cuál es el problema? El problema es Diego Maradona. O, para ser más precisos, lo encarna, como símbolo, Maradona, el "Diez", "el Dios Argentino", el ídolo nacional por goleada. La idolatría a los líderes redentores, el culto a la viveza y (su hermano gemelo) el desprecio por la ética del trabajo, el narcisismo, la fe en las soluciones mágicas, el impulso a exculparse achacando los males a otros, el fantochismo son características que no definen a todos los argentinos, pero que Maradona representa en caricatura payasesca y que la mayoría de la población, aquella misma incapaz de perder la fe en el peronismo, aplaude no con risas sino con perversa seriedad. El punto de partida es la negación de la realidad. Este es el terreno en el que opera Maradona y en el que su legión de devotos se adentra -como por ejemplo los 20.000 que fueron al aeropuerto de Ezeiza para darle las gracias tras la desastrosa actuación en el Mundial de Sudáfrica- para adorarle.

Esos mismos que disfrutaban como locos con las grotescas actitudes y dichos del ídolo -"¡que la chupen!"- fueron en manada a vitorearlo al llegar a Buenos Aires después de la goleada de 4-0 que Alemania le propinó, expulsando a su selección del Mundial. Presos de la nostalgia, no olvidan nunca que "ÉL" hizo el famoso gol con la "mano de Dios"; o sea que su mano y la mano de Dios son la misma mano. "EL" es uno con "DIOS". La manada entonces, mientras grita para adentro, "¡Si estamos unidos a Dios Maradona compartiremos toda su gloria!", grita para afuera: Maradooooooona, Maradooooooona. Y no olvidemos el dicho nacional, al mismo tiempo jocoso y lleno de convicción, "¡Dios es argentino!".

Diego Maradona fue un monumental jugador de fútbol. Pero la fama justificada no da títulos, ni derechos, ni conocimientos para opinar con absoluta certeza acerca de casi todo y al mismo tiempo desautorizar a todo aquel que no esté de acuerdo con sus ideas. En Argentina, mientras avergonzaba a algunos, hacía gritar de entusiasmo a muchos más. Creían, orgullosos, que unidos al " ídolo" todo el mundo "se la chupaba". En realidad el que se ha chupado todo, desde alcohol hasta cocaína, ha sido Maradona. Nadie lo acusa ni lo maltrata por su triste enfermedad. Solo se trata de señalar su soberbia desconsiderada, de carácter profundamente narcisista, base de sus penosas afecciones del alma, metáfora de la patología crónica de un país.

Hace 15 días Maradona dio su primera entrevista desde la debacle de Sudáfrica. El ex director técnico de la selección argentina, al que se le oyó diciendo minutos antes de aquel partido que su equipo iba a dar una lección de fútbol a los alemanes, no ofreció ni análisis, ni explicación por la derrota, salvo decir que el portero alemán estuvo "muy seguro" y después del 2-0 "nos vinimos abajo". Con un poco de suerte (la magia de la suerte lo abandonó, ¿el otro Dios estaba en su contra?) el partido se hubiera ganado. Culpa por el desastre no aceptó ninguna.

En cuanto a la victoria argentina 4-1 el mes pasado contra el campeón del mundo, España, bajo el mando de un nuevo seleccionador, confesó que prefirió no ver el partido. Claro. Porque ver aquel partido hubiera significado chocarse con la realidad y arriesgar salir del autoengaño enfermizo que le permitió afirmar en la misma entrevista que -avalado por el ex presidente Néstor Kirchner, que en una reunión la semana pasada le "felicitó" por el Mundial- él seguía siendo el candidato idóneo para dirigir la selección. "Daría la vida", dijo, "daría un brazo" por recuperar el puesto.

El fracaso de Maradona en el Mundial fue el espejo del fracaso de Argentina como país. Por un lado, una falta de rigor y humildad en la planificación; por otro, un derroche de los recursos disponibles. Talento sobraba, salvo que por amiguismo, ceguera, populismo patriotero o sencilla idiotez Maradona decidió no convocar a la mitad de los mejores; no solo no explotó los recursos que tenía, no los quiso ni ver. El nuevo seleccionador, Sergio Batista, puso en el campo contra España a cuatro jugadores básicos que Maradona ni siquiera había convocado para Sudáfrica y lo que se vio fue un equipo sólido que hubiera sabido competir contra Alemania, como contra cualquiera en el Mundial. Es decir, el sentido común existe en Argentina; solo que demasiadas veces, obliterado por la luz maradoniana, brilla por su ausencia.

En el sistema maradoniano solamente brilla la ilusión. Dentro de este sistema de pensamiento las cosas terminan no teniendo ni pies ni cabeza. Resultado: fracaso en la vida y arrastrando en el fracaso, en este caso, a la selección argentina, pero también se puede arrastrar a toda una nación. Recorriendo la historia del siglo XX sabemos la potencia destructiva de la ilusión cuando no es contrabalanceada por la realidad terrenal, nunca tan agradable ella como los espejismos de la ficción.

Cuando llevados por la fantasía se eligen directores técnicos o presidentes o sistemas de características populistas, autoritarios y antidemocráticos, con pocos pies sobre la tierra, el resultado inevitable es el fracaso. Un director técnico que no tiene ni ha tenido capacidad para manejar su vida, que además no es director técnico (por preparación) y por lo tanto al titularse así toma las características de un impostor, tuvo como resultado el descalabro de la selección argentina. Puede ocurrir nuevamente algo similar con la Argentina misma si los directores técnicos, léase la pareja que lleva siete años en el poder, siguen el camino compulsivamente repetitivo de la tergiversación permanente de la realidad. El endiosamiento de seres Ídolos-Dioses a los que no se debe criticar, como a Perón, Evita, Maradona, Cristina Fernández o Néstor Kirchner, intocables seres sin errores, lleva al fracaso reiterativo y doloroso que arrastra a millones de argentinos al sufrimiento. El granero del mundo se va convirtiendo en un país lleno además de granos de pústulas creadas por el sistema: fracaso, pobreza, desnutrición, inseguridad, criminalidad, destrucción de las instituciones, ataque permanente a la prensa opositora, ataque a la ley, destrucción de la educación (eso también) y llegamos entonces a que la fantasía de ser un pueblo "protegido" por los Dioses cae en una triste y ridícula realidad.

Las sociedades propensas a alimentar estas ilusiones, caen en la seducción hipnótica de líderes de estas características. Son sociedades cerradas, como dice Karl Popper, con un fuerte carácter autoritario, convicciones inamovibles y preponderancia al pensamiento mágico. En estos casos el horizonte de expectativas está absolutamente distorsionado por las ilusiones y las consecuencias se traducen en un sinnúmero de fracasos compulsivamente repetitivos. Decía Albert Einstein que la locura era repetir lo mismo una y otra vez, esperando diferentes resultados. Eso es lo que propone Maradona al reafirmar su derecho a dirigir la selección de fútbol. Al apoyar su estrambótica candidatura, los Kirchner, eso sí, están siendo consecuentes. Ellos también piden, pese al fracaso mundialista de su gestión, como el de los regímenes peronistas que los precedieron, que se prolongue su dinastía en las elecciones generales del año que viene. Es probable que lo consigan. Sería la victoria del pensamiento mágico maradoniano, sobre el que el sol de la bandera argentina nunca se pone.

John Carlin, periodista, vivió 10 años en Argentina; Carlos Pierini trabaja como médico psicoanalista en Buenos Aires.


Sad but true. En mi opinión, una gran interpretación.

martes, 21 de septiembre de 2010

sábado, 18 de septiembre de 2010

Global Warming



Me gustaría compartir este video. Es sólo un minuto. Solemos renegar cuando escuchamos acerca del calentamiento global, pensando que la culpa es de aquellos que mandan. Pero no nos detenemos a pensar que nosotros también tenemos poder. Cada vez que tiramos un papel en la calle, desperdiciamos agua, malgastamos energía estamos haciendo un mal uso de nuestro poder. Son pequeñas cosas, pero con las que podemos generar un cambio. Quizás no es mucho el poder que tenemos, pero podemos utilizarlo bien.




viernes, 17 de septiembre de 2010

Flasheá gratis


La verdad que está muy bueno. Se trata de mirar al centro de la imagen durante 30 segundos, y después retirar la vista de la pantalla. Vas a tener la sensación de que estás bajo agua!
Moooy bueno!





Hacés click donde dice "Click me to get trippy", y empezá a flashear...


Frases de Josef Stalin





Josef Stalin fue el máximo líder de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y del Partido Comunista de la Unión Soviética desde mediados de los años 1920 hasta su muerte en 1953.
Durante el gobierno de Stalin, la Unión Soviética desempeñó un papel fundamental en la derrota de la Alemania Nazi en la Segunda Guerra Mundial (1939–1945) tras la cual llegó a ser considerada una superpotencia.

Algunas de sus frases:


"El artista es un ingeniero del alma humana."

"El destino baraja las cartas, nosotros las jugamos."

"No podéis hacer una revolución con guantes de seda."

"Una única muerte es una tragedia, un millón de muertes es una estadística."

"Las ideas son más poderosas que las armas. Nosotros no dejamos que nuestros enemigos tengan armas, ¿por qué dejaríamos que tuvieran ideas?"


"Como suele decirse, persigue al mentiroso hasta el umbral de su mentira."


"Ella ha sido la única criatura que ha logrado ablandar mi corazón de piedra. Ella ha muerto y, con ella, han muerto todos los sentimientos de afecto que yo tenía para la humanidad."


"La violencia es el único medio de lucha, y la sangre el carburante de la historia..."